Este viernes se cumple una semana de la toma de la oficina central de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia y el conflicto parece estar lejos de resolverse.
Pese a su enfermedad -un cáncer que se reactivó recientemente-, la presidenta de esta instancia, Amparo Carvajal, y un grupo de activistas mantienen la vigilia en la puerta alterna que se ubica en el callejón de la calle J. J. Pérez para exigir la devolución de los predios.